En esta ocasión dedico este día tan extraordinario y poco habitual, para estar en el mes de Diciembre (22ºC), a cavar la tierra(después de haber delimitado las dimensiones de los bancales mediante una cuerda unida a unas estacas).
En las fotos podéis ver, como con una pala o palote voy poco a poco volteando la tierra. Pero en esta ocasión me encuentro con que la tierra es de relleno y a muy poca profundidad aparecen piedras.
Eso hace el trabajo más pesado, ya que hay que ir retirando las piedras que me encuentro. Al encontrarme con este inconveniente, tomo la decisión de hacerlos de menor longitud. Para intentar ganar algo de tierra vegetal (aunque supongo que esto me obligara a aportar más tierra de algún otro lugar).
Esta vez me inclino a fabricar dos bancales de 5m x 0.8m, dejando un pasillo central de 0.3m entre ambos.
Ganando algo de tierra ,ya que aportare la del pasillo central.
Pero antes de delimitar, estos dos bancales me valgo de la motoazada para que me desmenuce lo máximo posible la tierra y así me facilite el poder trabajarla con menos esfuerzo.
Una vez tiradas las lineas, voy haciendo una pequeña zanja por donde van a ir los rasillones cerámicos, que tienen unas dimensiones de 1m x 0.24m. Para unirlos, me valgo de unos pequeños trozos de tubería plástica de unos 10cm de longitud y del diámetro del agujero del rasillón. Para que no se caigan y soporten la tierra uso tres hierros que clavo en el terreno( 2 en la parte exterior y 1 en la interior donde va la tierra vegetal). En las cabezas de los bancales empleo rasillones de 0.8m x 0.24m..
Una vez que los dos bancales están construidos, valiéndome otra vez de la motoazada, trato de desmenuzar otra vez la tierra. Para después con un rastrillo, ir poco a poco pasándolo y retirando los restos de raíces o pequeñas piedras. Dejando así la tierra totalmente limpia y uniforme.